PREGUNTA: Has mencionado que todos los caminos espirituales
acaban por llevarnos a un estado de rendición completa. Pero, ¿qué ocurre si
las partes de nosotros que no quieren rendirse están escondidas, muy enterradas
en la psique? ¿Cómo conseguimos que esos lugares ocultos salgan a la
superficie?
RESPUESTA: Es posible que no puedas hacer nada al respecto.
Esto es lo que la gente evita más, ¿correcto? Dame algo; dame una enseñanza;
dame algo de esperanza. Por supuesto, dentro de nosotros hay maneras totalmente
inconscientes de aferrarnos, pautas de apego a las que no tenemos acceso. Tal
vez no tengas acceso a ellas, punto. Fin de la historia. Eso es todo.
Tendrás acceso a ello en el momento exacto en que debas
tenerlo. Es posible que esto no nos guste. Es posible que a la gente no le
guste oír esto, pero miremos nuestras vidas, o las filosofías o enseñanzas, lo
que hemos elegido contarnos, ¿correcto?
Al menos en mi vida puedo mirar y ver que ha habido momentos
en los que aún no tenía ciertas capacidades. Simplemente no estaban ahí. No
tengo ni idea de qué podría haber hecho para sacarlas a la luz. En ciertos
momentos, ni siquiera habría podido escuchar a alguien que me dijera cómo
desarrollarlas.
Mi maestro me repitió ciertas cosas cientos de veces a lo
largo de los años. Y sólo después de diez años llegué a pensar: “Oh… Ahora lo
entiendo…”
Es posible que esta no sea enseñanza espiritual energética
que buscabas, pero todo tiene su momento, todo tiene su lugar. El ego no
controla lo que sucede. La vida controla lo que sucede. Insistir en que algo
puede darnos el poder de manera inmediata para sumergirnos en nosotros mismos y
ver todo lo que necesitamos ver para despertar es trabajar en sentido contrario
a las experiencias de la gente.
Todo ocurre en su momento. Tú no lo controlas. Pero esto no
es algo que queramos oír, ¿o sí? No es lo que nuestra mente desea. En general,
queremos oír cosas que fortalezcan nuestra sensación de control. Y rechazamos
radicalmente cualquier cosa que no fortalece nuestra sensación de control.
Cuando empiezas a aceptar lo que ves como verdadero –no lo
que yo digo, sino tu experiencia- todo empieza a cambiar.
Muchas veces vienen y me dicen: “No puedo hacer nada con
respecto a esto, esta parte de mis ilusiones, esta parte de mi personalidad”.
Me preguntan: ¿Qué puedo hacer? Yo les digo: ¿Qué ocurriría si aceptaras esa
parte de tu experiencia que te dice que no puedes hacer nada? ¿Qué sucedería si
le dejaras un sitio dentro de ti en lugar de intentar expulsarla?
A menudo, cuando lo aceptan permitiendo que cale en el
cuerpo, esta comprensión de cómo es vivir sin resistencia empieza a cambiarlo
todo. A veces las experiencias que apartamos de nosotros contienen las
comprensiones más transformadoras y que más necesitamos. ¿Quién sospecharía que
el hecho de ver que no hay nada, absolutamente nada que uno pueda hacer va a
ser transformador?
Todos somos adictos. Verdaderamente todos somos adictos y lo
que queremos es “estar colocados” y sentirnos libres. Es la misma dinámica.
Mientras la persona continúe diciéndose: “Puedo hacer esto. Yo controlo. Puedo
encontrar la manera de superar esto”, no va a ocurrir ninguna transformación.
Para mí, la espiritualidad es estar dispuesto a caer de
bruces. Por eso, aunque a veces mis discípulos me ponen en un pedestal y
piensan que he descubierto algo maravilloso, yo les digo constantemente: “Mi
camino era el camino del fracaso”. Todo lo que intenté fracasó. El esfuerzo
tuvo su papel. La lucha tuvo su papel. Pero tuvo un papel porque me llevó al
final. Fracasé en el intento de meditar bien, de hallar la verdad. Todo aquello
que intenté usé para tener éxito espiritualmente fracasó. Pero en el momento
del fracaso es cuando todo se abre.
(Entrevista a Adyashanti. El final de tu mundo).