Ayahuasca

5 de septiembre de 2019

En ausencia de lo sagrado

Indígenas americanos, aborígenes del desierto australiano, nativos de las islas del Pacífico, indígenas de las selvas ecuatoriales, inuits del Canadá ártico... en realidad todavía no conozco a ningún grupo de nativos que no llame Madre al planeta. Y todos lo interpretan literalmente. Plantas, animales, la vida entera tal como la conocemos se nutre de su pecho. Hemos germinado en su seno, somos parte de ella, nacemos de ella y volvemos a ella para convertirnos en nueva vida. Muchos autores afirman que las sociedades occidentales temen, detestan, destruyen y también reverencian a los indígenas precisamente porque expresan aquellos aspectos psicológicos personales y culturales que tenemos que reprimir para actuar en el mundo como lo hacemos. ¿Cómo podría existir hoy la Civilización Occidental tal como es si un gran número de sus ciudadanos creyera que los minerales, los árboles y la tierra misma están vivos? ¿Y no sólo que están vivos, sino que son nuestros iguales? Nuestra sociedad desaparecería si de pronto creyera que es sacrílego extraer los minerales de la tierra o comprar o vender terrenos...

Millones de indígenas de todo el mundo, ya vivan en los desiertos, en la selva, en las regiones boreales o en Estados Unidos, comparten la idea de que se oponen a un solo enemigo de múltiples brazos: una sociedad cuyas teorías fundamentales, cuyo pensamiento y cuyo sistema de organización política y económica le permiten saquear tranquilamente el planeta y expulsar a los indígenas de sus territorios ancestrales.

Jerry Mander. En ausencia de lo sagrado.