Ayahuasca

26 de agosto de 2010

EL PROPÓSITO DE LA VIDA

Hay una gran pregunta que subyace bajo nuestras experiencias, no importa que pensemos en ella
conscientemente o no.

¿Cuál es el propósito de la vida? He considerado esta pregunta y me gustaría compartir mis pensamientos con la esperanza de que puedan aportar un beneficio práctico y directo a todos aquellos que los lean.

Creo que el propósito de la vida es ser feliz. Desde el momento del nacimiento, cada ser humano busca la felicidad y no quiere el sufrimiento. Esto no se ve afectado ni por las condiciones sociales o de educación ni por las ideologías. Desde lo más profundo de nuestro ser, simplemente deseamos ser felices. No sé si el universo con sus incontables galaxias, estrellas y planetas, tiene un significado más profundo o no, pero en último término está claro que nosotros, seres: humanos que vivimos en esta tierra, nos enfrentamos a la tarea de conseguir una vida feliz. Por ello, es importante descubrir aquello que traiga consigo el mayor grado de felicidad.

Mi_biografia_espiritual Extraído de Dalai Lama. Mi biografía espiritual. Ed. Planeta. 2010

18 de agosto de 2010

Carta de Patrul Rinpoché, con buenos consejos para sí mismo

Shri hijo mío, debes llevar esto en tu mente:

Hay tres cosas que no deberían de olvidarse:
El Guru lleno de gracia,
El Buda iluminado
Memoria y conciencia.

Hay tres cosas que deberían recordarse:
El preceptor que te ordena,
Las enseñanzas que revelan el sendero,
Y la disciplina.

Hay tres cosas que debes tener:
Una mente que permanezca donde esta el cuerpo,
Un cuerpo que permanezca en el lugar adecuado,
Una mente que more en un estado de relajación.

Hay tres cosas que es mejor olvidar:
La cólera contra los enemigos,
El apego a los seres amados,
El sueño perezoso.

Hay tres cosas que es mejor restringir:
La lengua en público,
La mano en privado,
Los pensamientos siempre.

Hay tres cosas sobre las que uno debería de guardar silencio:
Las propias virtudes,
Las faltas de otros,
Nuestras intenciones para el futuro.

Hay tres cosas de las que uno no debe dar muestras:
El impulso a renunciar a los apegos mundanos,
La cebada trampa de la propia hipocresía,
La insistencia en exhibir el propio fervor religioso.

Hay tres cosas en las que uno debería de ser flexible:
Hablando con un amigo,
Llevando las vestimentas propias del país,
Dirigiendo la mente hacia el Dharma.

Hay tres cosas que no deberían de escucharse:
Palabras aduladoras,
Charlas de última locura,
Consejo de un necio.

Hay tres cosas que uno no debería ambicionar:
La fortuna de un hombre rico,
Una posición de categoría,
Vestidos superfluos.

Hay tres cosas de las que uno no debería hablar mal:
De una persona respetada,
De la mercancía de otro,
De un buen amigo.

Hay tres cosas que uno no debe ensalzar:
A un hombre que es vilipendiado por otros,
A un loco presuntuoso,
A tu propio hijo ante los demás.

Hay tres cosas que uno no debería ni ensalzar ni criticar:
A los familiares,
A un hombre del que nada sabes,
En realidad, a nadie.

Hay tres lugares a los que no deberíamos ir:
Entre gente hostil,
A una aglomeración multitudinaria,
A un lugar donde se juega.

Hay tres cosas de las que no se debería hablar:
Del Dharma a quienes no quieren oírlo,
De asuntos privados con extraños,
De fantasías sin sentido.

Hay tres cosas que no deberían hacerse:
Comportarse temperamentalmente con un amigo,
Hablar inconsecuentemente,
Actuar con dos caras.

Hay tres cosas de las que uno debería refrenarse:
Presumir de la propia importancia,
Señalar repentinamente las faltas de los demás,
Menospreciar a los demás.

Hay tres cosas que uno no debería ofrecer:
Devoción a un charlatán,
Regalos a aquellos de más alto rango,
Los más infinitos pensamientos a cualquiera.

Hay tres cosas en las que uno no debería dejar la mente:
El cuerpo de hermosas muchachas,
La conducta de un amigo,
Las propias virtudes.

Hay muchas otras cosas que deberías recordar, pero lo esencial es observarte a ti mismo en todo momento. No lo olvides, tanto la práctica mundana como espiritual están aquí contenidas. Estas pocas palabras están llenas de profundo significado, no las ignores.

A mi querido hijo, Shri, de Naljorpa Trime-Lodro.patrul rimpoche 

15 de agosto de 2010

¿AMO BIEN?

Al emprender la vida espiritual, lo importante es sencillo: hemos de asegurarnos de que nuestra vía está conectada con nuestro corazón. La vida espiritual no es un proceso de buscar o conseguir alguna condición extraordinaria o poderes especiales. En realidad, dicha búsqueda puede alejarnos de nosotros mismos. Si no vamos con tiento, podemos encontrarnos pronto con los grandes fracasos de nuestra moderna sociedad –su ambición, materialismo y aislamiento individual- repetidos en nuestra vida espiritual.

Cuando nos preguntamos: “¿Estoy siguiendo un camino con corazón?” descubrimos que nadie puede definir por nosotros cómo debe ser dicho camino. Surgirá una respuesta en algún recóndito lugar en nosotros, y con ella, la comprensión. Si permanecemos quietos y escuchamos en profundidad, aunque sea por un instante, sabremos si seguimos un camino con corazón.

Podemos conversar con nuestro corazón como si se tratara de un buen amigo. Cuando le preguntamos por nuestro camino actual, hemos de observar los valores que hemos escogido para vivir. ¿Dónde ponemos nuestro tiempo, nuestra fuerza, nuestra creatividad, nuestro amor? Lo que escogemos, ¿refleja lo que valoramos más?

caminocorazon [120x200] Extracto de Camino con corazón, de Jack Kornfield

12 de agosto de 2010

TODO CUANTO TE OCURRE ES CORRECTO

A_chah ¿Dónde se encuentra el Dharma? El Dharma entero está aquí, con nosotros. Sea lo que sea que te ocurra, es correcto, tal como ha de ser. Cuando te hagas viejo, no creas que hay algo erróneo en la vejez. Cuando te duela la espalda, no pienses que hay algo que no está bien. Si estás sufriendo, no lo consideres injusto. Si eres feliz, no pienses que está mal sentirte así.

Todas estas experiencias son el Dharma. El sufrimiento no es más que sufrimiento. La felicidad no es más que felicidad. El calor no es más que calor. El frío no es más que frío. No se trata de: “Soy feliz, estoy sufriendo, soy bueno, soy malo, he ganado, he perdido algo”. ¿Acaso una persona puede perder algo? Claro que no, ya que no hay más que vacío. Ganar es el Dharma, perder es el Dharma. Ser feliz y sentirse cómodo es el Dharma. Estar incómodo es el Dharma. Significa que en lugar de apegarte a todos estos estados, los reconoces tal como son. Si eres feliz, piensas: “¡Oh!, la felicidad no es duradera”. Si estás sufriendo, piensas: “¡Oh!, el sufrimiento no es duradero”. “¡Oh!, esto es maravilloso, pero no es permanente”. ¡Oh!, esto es horrible, pero no es permanente”. Todos esos estados tienen sus límites, o sea que no te apegues a ellos.

El Buda nos enseñó que todo es impermanente. Así son las cosas, no acatan nuestros deseos. La noble verdad de la impermanencia gobierna el mundo, es lo único permanente que hay en él. Pero nosotros creemos lo contrario, por eso debemos fijarnos en esta noble verdad. Sea lo que sea lo que te ocurra, acéptalo. Todo cuanto te ocurre es correcto por naturaleza, ya que es impermanente y está cambiando sin cesar. Nuestro cuerpo es así. Todos los fenómenos del cuerpo y de la mente son así. No podemos evitarlo, ni tampoco impedir que dejen de cambiar. Cambian sin cesar porque son impermanentes. Si no luchas contra esta realidad, siempre serás feliz, sea cual sea tu situación. Dondequiera que estés sentado, serás feliz. Dondequiera que duermas, serás feliz. Incluso no te importará demasiado hacerte viejo. Cuando te duela la espalda al ponerte de pie, pensarás: “Si, es lo más normal del mundo”. Así es como ha de ser, no lucharás contra ello. Cuando el dolor desaparezca, quizá pienses: “¡Si! ¡Así es mejor!”. Pero no, no es mejor. La espalda volverá a doler porque estás vivo. Así es como son las cosas, o sea que has de procurar que tu mente sea consciente de la realidad de la impermanencia constantemente y no olvidarte nunca de ella mientras practicas. Tenla siempre presente y no confíes en las cosas demasiado, confía en su lugar en el Dharma, en que la vida es tal como es. No creas en la felicidad No creas en el sufrimiento. No caigas en la trampa de correr tras cualquier estado.

Con esta base, sea lo que sea lo que te ocurra, no importará, porque no hay nada que sea permanente. El mundo es así. De esta manera se abrirá un camino: la plena conciencia de sí, la atención vigilante y la sabiduría que todo lo impregna. Si lo sigues, no habrá nada que pueda engañarte, porque ya habrás tomado el camino correcto. Al ser siempre consciente de la realidad de la impermanencia, todo cuando afrontas en tu vida es el Dharma.

(Extracto de Todo llega, todo pasa. Ajahn Chah)

11 de agosto de 2010

LAS CINCO PRÁCTICAS DE LA ATENCIÓN PLENA (Thich Nhat Hanh)

PRIMERA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA

Consciente del sufrimiento causado por la destrucción de la vida, me comprometo a cultivar la compasión y a aprender formas de proteger la vida de las personas, animales, plantas y minerales. Tomo la firme determinación de no matar, no dejar que otros maten y no tolerar ningún acto mortal en el mundo, ni en mi pensamiento ni en mi forma de vivir.

SEGUNDA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por la explotación, la injusticia social, el robo y la opresión, me comprometo a cultivar la benevolencia y a aprender formas de trabajar por el bienestar de las personas, animales, plantas y minerales. Practicaré la generosidad compartiendo mi tiempo, energía y recursos materiales con aquellos que están necesitados. Tomo la firme determinación de no robar y no poseer nada que pertenezca a otros. Respetaré la propiedad de los demás, pero impediré que otros se aprovechen del sufrimiento humano o del sufrimiento de otras especies de la Tierra.

TERCERA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por la conducta sexual irresponsable, me comprometo a cultivar la responsabilidad y a aprender formas de proteger la seguridad e integridad de los individuos, las parejas y la sociedad. Tomo la firme determinación de no implicarme en relaciones sexuales sin amor y sin un compromiso a largo plazo. A fin de preservar mi propia felicidad y la de los demás, tomo la firme determinación de respetar mis compromisos y los de los demás. Haré todo lo que esté en mi mano para proteger a los niños de abusos sexuales y para evitar que parejas y familias se rompan a causa de una conducta sexual irresponsable.

CUARTA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por hablar inconscientemente y por la incapacidad de escuchar a los demás, me comprometo a cultivar la palabra afectuosa y la escucha profunda a fin de aportar alegría y felicidad a los demás y aliviar su sufrimiento. Sabiendo que las palabras pueden crear felicidad o sufrimiento, tomo la firme determinación de hablar con sinceridad, con palabras que inspiren autoconfianza, alegría y esperanza. No propagaré rumores cuya veracidad desconozca ni criticaré o condenaré cosas de las que no esté seguro. Me abstendré de pronunciar palabras que puedan causar división o discordia  o que puedan provocar la ruptura de la familia o la comunidad. Me esforzaré al máximo por reconciliar y resolver todos los conflictos, por pequeños que sean.

QUINTA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por el consumo irreflexivo, comprometo a cultivar una buena salud, tanto física como mental, para mí, mi familia y la sociedad, practicando un modo de comer, de beber y de consumir conscientemente. Ingeriré únicamente productos que preserven la paz, el bienestar y el gozo en mi cuerpo, en mi conciencia y en el cuerpo colectivo y la conciencia de mi familia y la sociedad. Tomo la firme determinación de no consumir alcohol ni ninguna otra sustancia intoxicante, ni ingerir comidas u otros productos que contengan toxinas, como ciertos programas de televisión, revistas, libros, películas y conversaciones. Soy consciente de que dañar mi cuerpo o mi conciencia con esos venenos es traicionar a mis antepasados, a mis padres, a mi sociedad y a las generaciones futuras. Me esforzaré por transformar la violencia, el miedo, la ira y la confusión en mí mismo y en la sociedad. Comprendo que una dieta adecuada es fundamental para la autotransformación y para la transformación de la sociedad.

Extracto del libro Vivir el Budismo, o la práctica de la atención plena, Thich Nhat Hanh y otros. Editorial Kairos.

Flores de Madre Ayahuasca

foto flores de ayahuasca