Ayahuasca

11 de agosto de 2010

LAS CINCO PRÁCTICAS DE LA ATENCIÓN PLENA (Thich Nhat Hanh)

PRIMERA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA

Consciente del sufrimiento causado por la destrucción de la vida, me comprometo a cultivar la compasión y a aprender formas de proteger la vida de las personas, animales, plantas y minerales. Tomo la firme determinación de no matar, no dejar que otros maten y no tolerar ningún acto mortal en el mundo, ni en mi pensamiento ni en mi forma de vivir.

SEGUNDA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por la explotación, la injusticia social, el robo y la opresión, me comprometo a cultivar la benevolencia y a aprender formas de trabajar por el bienestar de las personas, animales, plantas y minerales. Practicaré la generosidad compartiendo mi tiempo, energía y recursos materiales con aquellos que están necesitados. Tomo la firme determinación de no robar y no poseer nada que pertenezca a otros. Respetaré la propiedad de los demás, pero impediré que otros se aprovechen del sufrimiento humano o del sufrimiento de otras especies de la Tierra.

TERCERA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por la conducta sexual irresponsable, me comprometo a cultivar la responsabilidad y a aprender formas de proteger la seguridad e integridad de los individuos, las parejas y la sociedad. Tomo la firme determinación de no implicarme en relaciones sexuales sin amor y sin un compromiso a largo plazo. A fin de preservar mi propia felicidad y la de los demás, tomo la firme determinación de respetar mis compromisos y los de los demás. Haré todo lo que esté en mi mano para proteger a los niños de abusos sexuales y para evitar que parejas y familias se rompan a causa de una conducta sexual irresponsable.

CUARTA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por hablar inconscientemente y por la incapacidad de escuchar a los demás, me comprometo a cultivar la palabra afectuosa y la escucha profunda a fin de aportar alegría y felicidad a los demás y aliviar su sufrimiento. Sabiendo que las palabras pueden crear felicidad o sufrimiento, tomo la firme determinación de hablar con sinceridad, con palabras que inspiren autoconfianza, alegría y esperanza. No propagaré rumores cuya veracidad desconozca ni criticaré o condenaré cosas de las que no esté seguro. Me abstendré de pronunciar palabras que puedan causar división o discordia  o que puedan provocar la ruptura de la familia o la comunidad. Me esforzaré al máximo por reconciliar y resolver todos los conflictos, por pequeños que sean.

QUINTA PRÁCTICA DE LA ATENCIÓN PLENA.

Consciente del sufrimiento causado por el consumo irreflexivo, comprometo a cultivar una buena salud, tanto física como mental, para mí, mi familia y la sociedad, practicando un modo de comer, de beber y de consumir conscientemente. Ingeriré únicamente productos que preserven la paz, el bienestar y el gozo en mi cuerpo, en mi conciencia y en el cuerpo colectivo y la conciencia de mi familia y la sociedad. Tomo la firme determinación de no consumir alcohol ni ninguna otra sustancia intoxicante, ni ingerir comidas u otros productos que contengan toxinas, como ciertos programas de televisión, revistas, libros, películas y conversaciones. Soy consciente de que dañar mi cuerpo o mi conciencia con esos venenos es traicionar a mis antepasados, a mis padres, a mi sociedad y a las generaciones futuras. Me esforzaré por transformar la violencia, el miedo, la ira y la confusión en mí mismo y en la sociedad. Comprendo que una dieta adecuada es fundamental para la autotransformación y para la transformación de la sociedad.

Extracto del libro Vivir el Budismo, o la práctica de la atención plena, Thich Nhat Hanh y otros. Editorial Kairos.