Ayahuasca

2 de febrero de 2015

Imbolc

Con el paso de las lunas entramos en Imbolc, la primera luna de Acuario, el portador de agua (que se celebraba la ultima noche de enero). En esa época nacían los corderillos y las orejas daban su mejor leche. Era el tiempo en que ofrecíamos  nuestros tributos a la poderosa Diosa Brighid, que habia viajado a lo largo y ancho de la Tierra, portando buena fortuna y felicidad a cada uno de los habitantes de esta Tierra. Algunos de nosotros habíamos desparramado cenizas en el hogar para ver en donde Brighid habia dejado su propia marca. Y a aquellos que lograban descubrir sus huellas entre las cenizas, les acaecerían con seguridad grandes aventuras y bendiciones; e incluso aquellos que hubieran descubierto una ligera marca, incluso una suave línea entre las cenizas, también gozarían de algún grado de buena suerte. Pero quienes no lograran descubrir signo alguno en el hogar  habrían de hacer ofrendas a Brighid, para tratar de conseguir los favores, y la bondad de su corazón. 
Pues has de saber que Brighid insuflaba vida en lo que estaba muerto y traía gran consuelo y salud a nuestro pueblo. Y daba sus bendiciones a aquellas mujeres que estaban a punto de alumbrar a sus hijos. También iluminaba con el fuego de la esperanza y de la creación todos aquellos que nos brindaban sus poesías y su delicada música para nuestro deleite. Ahora en esta época de Imbolc, era el momento de que hiciéramos nuestros conjuros mágicos para conocer nuestro destino y para llegar a saber los acontecimientos futuros que habrían de acaecer a su debido tiempo.